El portal progubernamental Misión Verdad ha señalado recientemente que el Foro Penal, y específicamente, su director Alfredo Romero, está vinculado a instituciones norteamericanas que velan por los intereses del establishment del Gobierno de Estados Unidos, y que por lo tanto, dicha ONG se constituye como un apéndice de la agenda política del mencionado país. Igualmente, la misma es acusada de cobrar en dólares por asesorías legales en materia DDHH, denunciando así, que los derechos humanos son empleados como meros instrumentos por el Foro Penal para lograr fines económicos, a través del cobro de tarifas dolarizadas y del financiamiento proveniente de instituciones foráneas.
Título original: Dólares y extorsión en las entrañas del Foro Penal Venezolano
Fecha: 05 de marzo de 2018
Textualmente el artículo expresa:
Poco a poco las principales organizaciones no gubernamentales en Venezuela se quitan la careta, o se la quitan a fuerza de traiciones. Es el caso de la institución que dirigen Alfredo Romero y Gonzalo Himiob.
A finales de la semana pasada sonó la noticia sobre la expulsión de algunos abogados de cierta organización no gubernamental de derechos humanos, conocida como Foro Penal Venezolano. Según El Nacional, la directiva de la mencionada institución tomó esta decisión bajo el criterio de que los expulsados “no han sido activos con el proyecto” y porque “han asumido conductas que contravienen los principios del foro”.
Sin embargo, las razones parecen ir más allá de una simple contradicción de “principios”. Más bien parece superarla con el objeto de cubrir lo que ya había sido denunciado por el constituyente Diosdado Cabello pero poco analizado: los directores del Foro Penal cobran en dólares por representación jurídica, a contrapelo de lo que anuncian sus cabecillas.
No es la primera vez que esta ONG es señalada de cobrar por sus servicios de abogacía en materia de derechos humanos. Pero lo llamativo de esta información no es ésta en sí misma, sino el emisor: el abogado Alonso Medina Roa, ex miembro y fundador, quien decidió hablar sobre la situación interna de la organización.
Entrevistado por El Estímulo, Roa aseguró que su expulsión de la ONG fue porque “hace días les pedí información sobre un financiamiento que viene recibiendo el Foro, el cual jamás había sido reportado”.
De acuerdo a lo develado por Roa, esa organización no tiene una caja chica destinataria de financiamiento externo, ya que supuestamente los abogados de la organización hacen los gastos necesarios a su propio riesgo.
Sin embargo, sabemos que el Foro Penal Venezolano contó en sus inicios con ayuda de Freedom House, institución estadounidense que se encarga de formar a personal y organizaciones no gubernamentales a cumplir técnicamente con las misiones propuestas por el mismo gobierno de los Estados Unidos: fomentar la democracia representativa occidental en cada rincón del planeta.
Si el origen de la ONG tiene acento estadounidense, y sus movimientos están vinculados a instituciones y personeros del establishment de Washington, ¿cómo no pensar en el financiamiento dolarizado de una organización con contactos en el Congreso gringo y las distintas ramas de la OEA?
De vuelta a sus declaraciones, Roa afirmó que “nunca ha habido reporte alguno del ingreso de un bolívar o de un dólar. Jamás, desde que se creó”. Y remató: “Nunca se ha presentado una información financiera, a pesar de que el Foro tiene un tesorero”.
¿Cómo es posible que una organización como ésta nunca había tramitado en su junta directiva información financiera alguna y tener un tesorero? Son las inconsistencias de una revelación; por ello se afinca en el financiamiento “secreto” del Foro Penal: “Al señor Alfredo Romero y al señor Gonzalo Himiob alguna vez les comenté sobre una información que me habían dado en relación a la entrega de un dinero de parte del exterior. Esto nunca fue explicado”.
De hecho, la entrevistadora de El Estímulo nos hizo un favor al preguntar: “Alrededor del Foro existen muchos señalamientos y acusaciones de familiares y presos políticos con respecto a supuestos cobros, en divisas, para llevar los casos. Entendiendo su denuncia, ¿esto podría ser cierto?”, a lo que Roa respondió: “Al día de hoy, no me atrevo a afirmar que esto sea falso ya que, en las últimas horas, he recibido información de diferentes personas sobre la exigencia de pago, en moneda extranjera, para su asistencia. Hubo un caso de un joven merideño a quien le habrían solicitado una cantidad importante de dinero. También sobre Holt (Joshua) y el supuesto pago que se le pidió. Particularmente, más que la organización, se refieren a Alfredo Romero. A eso se le suman supuestos aportes de personas que querían colaborar”.
Las palabras hablan por sí solas: un fundador del Foro Penal confirma que la organización, y señala específicamente a Alfredo Romero, cobra por sus servicios que, así se hace ver mediáticamente, serían gratuitos en pos de los pretendidos derechos humanos. ¿No cuenta acaso como extorsión? ¿Acaso esta acción mercantil no deviene en la lógica de Luisa Ortega Díaz, que cobraba por acelerar o frenar procesos judiciales a empresarios corruptos?
El mismo que extorsiona a supuestos presos políticos para obtener dólares, Alfredo Romero, es el mismo que intentó sabotear el diálogo entre el Gobierno y la oposición en 2014. El mismo que no se pierde un viaje a EEUU con el objetivo de criminalizar todo lo que lleve por nombre chavismo. El mismo que, según Roa, también instrumentaliza una lista de “presos políticos” (que nadie ha visto sino el mismo Romero y supuestamente Luis Almagro) con fines privados.
El principal señalado, entonces, es Alfredo Romero. Pero con él también sufre la reputación del Foro Penal Venezolano, pues éste representa una de las principales fachadas oenegeras de la oposición local en el extranjero.
Vale la pena señalar que el atajaperros en las entrañas de la ONG, que trascendió en los medios por catapultarse en los últimos años a punta de guarimbas, devela lo que ya sabemos desde hace tiempo: que los derechos humanos son instrumentalizados como mercancía ante cualquier circunstancia, pues el negocio de la “ayuda humanitaria”, tan publicitada hoy en día, tiene varios canales de financiamiento y acumulación.
Como parte de esa estructura lucrativa se encuentra, para Venezuela, el Foro Penal Venezolano. Esta ONG, junto a otras de tendencia antichavista, no trabaja de gratis, y mucho menos si los fajos de billetes tienen impresa la cara de Benjamin Franklin.
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